Aragón Exterior organiza el 10 de abril una jornada de reuniones individuales de asesoramiento sobre el mercado turco con la experta María Moreno
Con una posición estratégica entre Asia y Europa, Turquía sigue siendo una economía muy importante para las empresas europeas. Este país -que ha registrado un crecimiento medio del 5,8% durante los últimos 15 años- se encuentra entre los principales proveedores internacionales de Aragón, solo superado por China, Alemania y Francia.
Para que las empresas aragonesas puedan resolver sus dudas sobre el mercado turco, Aragón Exterior organiza el próximo 10 de abril una jornada de reuniones de asesoramiento individual. La cita, a la que ya han confirmado su asistencia empresas de diversos sectores, contará con la participación de María Moreno Cabanillas (Avanza), que cuenta con muchos años de experiencia legal en Turquía.
En esta entrevista, Moreno explica cómo es la realidad del país, qué facilidades existen para hacer negocios y algunos de los sectores donde existen oportunidades.
Dentro de cuatro años, en el 2023, se celebra el centenario de la creación de la República de Turquía. ¿Cómo ha evolucionado la economía del país en este siglo y, sobre todo, en estas dos últimas décadas?
Turquía ha sido uno de los países con mayor crecimiento en los últimos 15 años, con una media de 5,8% de 2003 a 2017. Incluso con las tensiones geopolíticas de los últimos meses y la volatilidad de la lira en 2019 se espera un crecimiento de 3,5% en 2020.
Con la mejora de la economía, en la sociedad ha cambiado creándose una clase media consumidora con gustos más refinados. Como parte del paquete de medidas de mejora de los datos de crecimiento se encuentran la reducción de la inflación y los tipos de interés.
Turquía cuenta con un acuerdo aduanero con la Unión Europea desde 1996 y un acuerdo para la protección de inversiones y de doble imposición, a los que se suman 19 acuerdos de libre comercio. ¿Aprovechan las empresas todas estas oportunidades?
Nos gustaría que existiese más información sobre las posibilidades y facilidades que existen en Turquía. Las empresas extranjeras tienen las mismas oportunidades que las turcas en la constitución de empresas y no es necesario contar con socios turcos lo que facilita las gestiones. Otro ejemplo positivo son las exenciones al IVA e impuestos aduaneros en ciertos equipamientos importados. Siempre es bueno contar con profesionales y un proyecto muy estudiado antes de dar un paso definitivo, ya que es posible que tengamos más ventajas de las que pensamos.
Tras China, Alemania y Francia, este país es tradicionalmente uno de los principales proveedores de Aragón, con la industria textil por bandera. Aunque varias empresas aragonesas operan y cuentan con infraestructura en Turquía, la balanza comercial sigue muy descompensada. ¿Existe un desconocimiento generalizado de Turquía por parte de las empresas?
La visión de Turquía está distorsionada y parece un mercado más inaccesible de lo que realmente es. Solo con una visita a Estambul se puede comprobar que es una ciudad moderna y en crecimiento continuo. Se podría hacer un paralelismo con su economía. Los turcos son trabajadores y emprendedores incansables. Reconocemos que la cultura y forma de trabajar pueden ser un obstáculo, pero es fácilmente superable contando con representantes afines y profesionales que hablen inglés o español para evitar un ‘lost in translation’.
Turquía cuenta con una potente industria de la automoción, con plantas de fabricación de algunas de las marcas más importantes del mundo. ¿Cómo se está adaptando el sector al vehículo eléctrico y otros combustibles alternativos? En este sector, ¿qué oportunidades existen para los proveedores de productos y servicios de Aragón?
El sector de vehículo eléctrico es todavía muy nuevo en Turquía. En 2018 se vendieron 4.000 coches híbridos y 155 coches eléctricos en el país. Por delante existen grandes oportunidades. Turquía quiere seguir el ejemplo de Alemania y Noruega y fomentar su uso. De esta forma, los impuestos para su compra son muy bajos comparados con los convencionales. El gobierno turco da prioridad al desarrollo de este formato por su sostenibilidad y bajo consumo. Empresas como Toyota producen coches híbridos como el Corolla Saloon Hybrid desde su planta de Sakarya y existen iniciativas para producir internamente este tipo de coches: la empresa GEN presentó en 2018 su prototipo TM- 480.
Existe curiosidad por parte del consumidor pero los precios y el tiempo excesivo de entrega son barreras reales. Es necesario una mejora de la infraestructura de carga eléctrica y la autonomía de las baterías. Es un mercado totalmente nuevo, por lo que las oportunidades son amplias, desde tecnología hasta componentes.
No menos relevante es el sector energético. ¿Existen oportunidades en el sector privado para la gestión y explotación de recursos o se tramita todo por licitaciones? ¿Existen apoyos estatales para impulsar las renovables? ¿Y para el sector medioambiental y tratamiento de agua o residuos?
Turquía es un país con un gran déficit energético. Para mantener su crecimiento industrial necesitan diversificar y dar entrada a nuevas fuentes de energía, dando prioridad a aquellas más limpias. A través de bonificaciones y exenciones fiscales, el gobierno ha conseguido que la producción de energía limpia crezca un 30%.
Están previstas una serie de licitaciones para plantas de energía solar con una capacidad total de 3 gigavatios (GW) y con una inversión prevista de casi USD 4.800 millones. Existen grandes oportunidades en aquellos productos o ideas que apliquen la tecnología más avanzada en mejorar la eficiencia en el uso de la energía.
Existen muchas oportunidades para las empresas aragonesas en el sector energético de las renovables, tanto eólica como fotovoltaica y tanto a nivel del ciudadano como industrial. El formato más utilizado para su conceder su gestión es a través de licitaciones pero, a nivel local y municipal, existen otro tipo de convocatorias.
En cuanto al tratamiento de agua y residuos en general, los ayuntamientos -en muchos casos a través de licitaciones- contratan a terceros que les prestan el servicio. Existe un nicho de mercado muy interesante ya que en ciudades de porte medio se necesitan soluciones más efectivas para la gestión de los residuos y la purificación de aguas. Existe presencia española en diversos proyectos y, a través del seguimiento de las nuevas convocatorias, es posible conseguir entrar en este mercado a medio plazo.
Al mismo tiempo, existen fondos provenientes de organizaciones internacionales como el Banco Mundial o Naciones Unidas. Un ejemplo es la construcción de una planta de tratamiento de agua en Hatay, financiada por la Unión Europea. El ganador ha sido Eptisa con un proyecto pretende mejorar la calidad de vida de los refugiados sirios en Turquía.
¿Existen incentivos para la inversión en determinados sectores?
Sí, existen. Los principales están dirigidos a minimizar la importación de bienes intermedios en las industrias estratégicas en el país. Se prioriza la inversión en regiones menos desarrolladas, incrementar la producción local y ayudar a aquellas inversiones que generen transferencia de tecnología. Se instrumentalizan través de la exención del IVA, aranceles, reducción de impuestos, exención de cuotas de la seguridad social, reducción de tipos de interés, adjudicación de terrenos y devoluciones de IVA.
En los últimos años se ha caracterizado al país como una economía con una población muy joven y formada. ¿Qué les caracteriza desde el punto de vista del consumo? ¿Tienen gustos más occidentalizados? ¿Qué valoran más a la hora de comprar?
Turquía cuenta con 13 millones de jóvenes de 15 a 24 años. Los nacidos en las ciudades son modernos y dinámicos y los que provienen de las zonas rurales son más tradicionales y tiene un acceso más restringido a lo nuevo. Cada vez más jóvenes rurales estudian en la universidad, por lo que el mercado laborar se enriquece cada año y, con ello, el país. Siguen manteniendo su tradición y están orgullosos de ella. Sorprende que la tasa de matrimonios sea tan alta.
Existe un gran consumo de tecnología, incluso de aquellos productos importados que tienen precios poco accesibles. Se trata de una cuestión de estatus. Es uno de los países con mayor uso de las redes sociales del mundo. En su día a día, Internet y la televisión son servicios esenciales para ellos.
Como parte de esta globalización han empezado a valorar los productos que sean respetuosos con el medio ambiente y a confiar en empresas que tengan buenas prácticas.
¿Tienen salida los productos agroalimentarios aragoneses y el vino o es un mercado complicado? ¿Existen barreras específicas para determinados productos?
Es un mercado por descubrir, muy cambiante y donde pueden surgir oportunidades en cualquier momento. Turquía forma parte de la Unión Aduanera firmada con al Unión Europea y se encuentra armonizando su legislación conforme a las directivas europeas. A partir del 2010 la tendencia ha sido aperturista y se ha producido un incremento en la importación de productos alimentarios.
Existes diferentes barreras no arancelarias que pueden ser obstáculos en la exportación de vino como las tasas impositivas o, en el caso de los alimentos, la exigencia de ciertos certificados sanitarios específicos en el caso de los frescos.
Se ha producido un aumento de la producción local vinícola, el gusto del consumidor se ha refinado y se busca una calidad premium que todavía las bodegas turcas no han sabido encontrar. Se importa vino de Italia, Chile y Francia. La presencia española es pequeña y existe una oportunidad real en los vinos de mayor calidad.