Responsables de Operinter Zaragoza y Operasia explicaron ayer, en un webinar de Aragón Exterior e Ibercaja, cómo han trabajado durante las últimas semanas para seguir prestando servicio a las empresas.
«La economía China tiene un plan de reestructuración económica y las medidas que se están tomando en esta crisis ya van en esa dirección»
¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a la economía china? ¿Cuáles son las perspectivas a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde se encuentran las oportunidades de negocio en la actualidad? ¿Cómo se han salvado los retos logísticos del comercio internacional entre España y China durante los últimos meses? Para dar respuesta a todas estas preguntas, Aragón Exterior organizó ayer, con la colaboración de Ibercaja, el webinar “Impacto de la crisis de la COVID-19 en la logística entre España y China: situación actual y perspectivas”. La cita contó con las intervenciones de Rafael Llopis, delegado de Aragón Exterior en China, y de los responsables de Operinter Zaragoza y Operasia, que explicaron cómo han logrado mantener abiertos los canales logísticos entre España y China durante estos duros últimos meses.
De la hecatombe al optimismo moderado
Rafael Llopis, delegado de Aragón Exterior en China, explicó con datos el fuerte impacto que ha tenido la crisis del coronavirus en la economía china, que ha registrado un retroceso del PIB del 6,8% en el primer trimestre, «la mayor caída desde 1976». Los datos hablan de la «hecatombe», como definió Llopis, de la actividad entre enero y marzo: las exportaciones chinas cayeron un 13% y el retail, por su parte, se contrajo un 15,8%. Sin embargo, la situación en el mes de marzo ya comenzó a repuntar gracias a la reactivación de la economía, especialmente por el buen comportamiento de la producción industrial, que a final del trimestre había repuntado para caer sólo un 1,1% interanual».
Esos resultados se han moderado en los dos últimos meses: la producción ya aumentó en abril «aunque este crecimiento se podría deber a las presiones del gobierno para que las empresas volvieran a activarse. Esta situación es probable que genere más stock», apuntó el delegado de Aragón Exterior. «La principal preocupación es la caída del consumo y habrá que esperar varios meses para ver si repunta o no. El gobierno apuesta por el consumo interno para que la economía mantenga un buen tono», señaló.
Las cifras del recientemente cerrado mes de mayo, aunque siguen sin ser buenas, ayudan a la tranquilidad: las exportaciones retrocedieron un 4,7% en el periodo enero-mayo (en el primer trimestre se contrajeron un 13%) y la importación cayó un 5,2% entre enero y mayo. [A3] El desempleo, por su parte, se situó en el 6%, «que si bien en España sería un dato más que aceptable, en la economía china es una cifra alta». [A4] «El dato del desempleo no es muy buena noticia, especialmente si se incluye el efecto que la crisis puede haber tenido en los cerca de 200 millones de trabajadores que se calcula que trabajan en la economía informal», apuntó Llopis.
«Entre mediados de marzo y mediados de abril los niveles de actividad se recuperaron muy rápido y se ha mantenido entre el 80% y el 90% a lo largo de abril y principios de mayo. No es de esperar una recuperación total mientras la economía internacional se mantenga en las condiciones actuales, pero sí parece claro que la economía china saldrá comparativamente fortalecida frente a la europea o la estadounidense. El dato posiblemente más preocupante sea el de la caída del consumo, aunque las ventas minoristas en abril mejoraron respecto al primer trimestre y bajaron sólo un 7,5% interanual, lo que indicaría que poco a poco se vuelve a la normalidad», añadió.
«El buen comportamiento industrial se debió al incremento de la producción farmacéutica, la fundición de metales, las materias y productos químicos y los alimentos procesados. En abril, la producción industrial ya creció un 3,9% interanual y algunas fuentes indican que este crecimiento podría deberse en parte a las presiones del gobierno para que las empresas se reactiven, pero que la demanda podría no absorber la nueva producción».
Expectativas y estrategias
«Los empresarios chinos son, a día de hoy, los más optimistas del mundo», resumió Llopis, quien señaló que, según una encuesta, el 75% de los directivos de este país cree que mejorará su situación en los próximos seis meses. En el sector industrial el optimismo es más moderado, pero más de la mitad de los directivos de este sector también augura una mejora de su situación durante los próximos meses: el índice de directivos de compras PMI (Purchasing Managers Index) se sitúa en 50,6 en mayo, un dato relativamente positivo
«En cuanto a la variación del PIB para finales de año, hay quien opina que seguirá estando en positivo con un crecimiento del 1% y quien dice que acabará en negativo con un descenso en torno al 1%. Todo son estimaciones y cambia en pocas semanas», añadió el delegado de Aragón Exterior en China. «Es una caída pronunciada desde los anteriores niveles de crecimiento del PIB en torno al 6% anual, pero parece claro que China saldrá relativamente fortalecida de esta crisis respecto a otros países», añadie Llopis.
¿Cuál es la estrategia del país a corto plazo? «China se ha fijado como objetivo prioritario sostener a las pymes, el empleo y el consumo interno». Para acotar la crisis y lograr este objetivo China ha impulsado varías actuaciones simultáneas -todas ellas alineadas con el Plan Quinquenal-: se han fijado estímulos monetarios y fiscales focalizados y ayudas a las pymes; se ha apostado por agilizar proyectos de infraestructuras -que ya estaban previstos- tanto tecnológicas (5G, digitalización…) como tradicionales; se ha impulsado una reforma en la asignación de factores productivos hacia el mercado; se apuesta por la colaboración público-privada (por la complementariedad de recursos que se pueden ofrecer en determinados sectores como por la integración de capacidades y, no menos importante, se está registrando un mayor ritmo en los cambios legislativos. «China va a introducir mucha legislación nueva durante 2020, muchas de ellas de calado para la reestructuración de la economía», apuntó Llopis.
China tiene un plan
¿Hacia dónde va la economía del país? «China tiene un plan que conlleva una nueva estructura económica y la consecución de los objetivos planteados en su programa ‘China 2025’: lograr la autosuficiencia y el liderazgo en áreas tecnológicas e industrias críticas. Las medidas que se están tomando en esta crisis ya van alineadas en esa dirección», afirmó el delegado de Aragón Exterior. Las cinco columnas sobre las que se sustenta este plan son una mayor potenciación del sector privado y de la economía social; una tendencia hacia la autosuficiencia estratégica (no se espera autarquía, pero sí autosuficiencia en la tecnología, el consumo interno y en recursos estratégicos como la energía o agua); digitalización de la economía a todos los niveles (e-commerce, inteligencia artificial, pagos, datos…); una creciente intensidad competitiva y, por último, apuesta por la madurez de consumidores formados que apuestan por un consumo sostenible para el país.
«Aunque China busque la autosuficiencia en sectores críticos -tanto por ser estratégicos o por representar debilidades para el país-, no van a dejar de relacionarse económicamente con el resto del mundo. Pero sí van a definir mejor sus estrategias de aprovisionamiento», resumió. En ese futuro comercial con China, Llopis señaló algunas tendencias que se pueden consolidar: salto cualitativo para desarrollar tecnologías productivas propias (seguramente se apoyen más en Europa y Japón por la guerra comercial con EEUU, al menos temporalmente hasta cubrir las carencias propias); apertura en nuevos sectores y equiparación de las empresas extranjeras y locales, con incremento de restricciones de facto en otros (va a ser más complicado entrar en el canal online, por ejemplo); e impulso de la empresa privada y de la pyme para que incrementen su presencia en el exterior a través de gigantes online como Alibaba, que actuarían como punta de lanza por su posibilidad de desarrollar redes de distribución, invertir y generar reconocimiento de marca.
¿Se acaban las oportunidades de hacer negocio con China? Ni mucho menos. Llopis señaló cuáles son los sectores más atractivos en la actualidad, si bien algunas parece que serán tendencias a largo plazo y otras pueden volver a su dinámica habitual en relativo poco tiempo»: digitalización y cloud services; alimentación; ecommerce; industria de servicios de envíos, banca remota, sistemas sin contacto personal; maquinaria, inputs y servicios para las industrias agrícolas, alimentos procesados, tabacalera y metales no-ferrosos; salud y tecnologías de salud; economía de la tercera edad; educación, deportes y bienestar; electrodomésticos de gama blanca; servicios para la reducción de costes y redimensionamiento en el trabajo; juegos y cocina online, turismo virtual…
«China está evolucionando de una manera particular y el coste de entrada en el mercado va a ser cada vez mayor en determinados sectores. Para las pymes cada vez va a ser más complicado montar un operativo allí, les costará más comprender cómo operar sin contar con un partner local y también por el volumen de inversión necesario para desarrollar estrategias válidas», añadió Llopis. El delegado de Aragón Exterior también explicó que todavía no está claro cuándo se retomarán los viajes de negocios: «Poca gente está obteniendo permisos de entrada y no esperaría que se recupere cierta normalidad hasta septiembre, octubre o incluso noviembre».
Una visión desde Hong Kong
El webinar también contó con la intervención de Alfredo Fernández, director de la oficina de Operasia, que se estableció en China en el año 2003 y cuentan en la actualidad con siete oficinas en China y Hong Kong. Operasia forma parte de Operinter, que se estableció en España en 1983 y cuenta con 17 oficinas, la cual también se integra en el Gupo Alonso, formado por un centenar de empresas con actividad en logística, energía, construcción, ocio, automoción, alimentación y servicios.
Fernández destacó el papel estratégico de Hong Kong en el comercio internacional de y hacia Asia, unos valores que se sustentan en la seguridad jurídica; su localización estratégica (está muy cerca de puertos y aeropuertos del delta del Río de las Perlas y cuenta con excelentes conexiones con el resto del continente asiático; la gran eficiencia en los procesos comerciales derivada de la simplicidad en los procesos inherentes al transporte de mercancías; y su competitividad impositiva comparada con el resto de los países vecinos asiáticos (con China, pero también respecto a Vietnam, Tailandia…).
Ante la crisis de la COVID-19, Fernández calificó la gestión del Gobierno de Hong Kong de «eficaz y con toma de decisiones rápida» gracias a la experiencia previa de la crisis del SARS en 2003 y al ejemplar comportamiento ciudadano. A día de hoy se siguen prohibiendo las reuniones en público de más de ocho personas, se mantienen los periodos de cuarentena y se va recuperando la normalidad poco a poco.
La crisis del coronavirus también ha tenido un inevitable impacto económico en Hong Kong: el PIB ha caído en el primer trimestre un 5,3%, el desempleo ha alcanzado un 4,2%, las exportaciones se redujeron un 9,7% y el consumo se ha reducido un 10,2% ya que los hoteles y las tiendas -muchas de ellas de lujo- han estado vacías. «Muchos de los consumidores eran ciudadanos chinos con alto poder adquisitivo que, durante varias semanas, no han podido viajar a Hong Kong por la cuarentena», apuntó Fernández.
Los servicios de exportación, por su parte, se han reducido un 37,8% respecto al mismo periodo de 2019. «Para las principales navieras que operan líneas entre Hong Kong, China y el resto del mundo, al existir una clara caída en el consumo, su mayor prioridad ha sido mantener la utilización de sus buques al 100% ajustando la oferta. Han salido menos barcos, lo que ha provocado una falsa sensación de falta de espacio, y la consecuencia ha sido el incremento de los precios en beneficio de las compañías navieras y la actualización semanal de los niveles de flete», apuntó el representante de Operasia.
Ante esta situación, desde Operasia apostaron por seguir prestando servicio a sus clientes con un enfoque proactivo y facilitar la comunicación entre todos los actores durante el confinamiento, siempre garantizando y priorizando la salud de sus empleados. «
Operando desde Aragón en plena pandemia
Eduardo Corella, socio-director de Operinter Zaragoza, también intervino en el webinar. Esta delegación comenzó su actividad en el año 2004 y gestionan más de 5.500 operaciones al año. «Entre el 60% y el 70% de lo que movemos es con China. La crisis del coronavirus afectó a las empresas aragonesas con intereses en China, tanto en las importaciones como en las exportaciones», apuntó Corella, quien definió su actividad de operador logístico como «una agencia de viajes de mercancías».
El director de Operinter Zaragoza señaló que cuando la crisis del coronavirus impactó en España, su volumen de operaciones bajó un 40% en el mes de marzo y un 15% en abril. Ante una situación tan excepcional como esa, «los indicadores no aportan información sobre lo que realmente debemos hacer», por lo que la empresa se reinventó y apostó por la flexibilidad y adaptabilidad para dar soluciones a sus clientes, atendiendo las 24 horas del día durante los 7 días de la semana.
«Se definieron los sectores ‘esenciales’, como alimentación, químico o sanitario y los transportes tanto para exportación como para importación. Determinados clientes también vieron oportunidades de negocio en sectores como el sanitario, alimentario o mantenimiento de aeronaves. Estas situaciones suponen nuevos retos de transporte de mercancías», apuntó Corella.
Durante esta crisis «hemos movido entre 4-5-6 aviones a la semana. El 80-90% de la flota se encontraba en tierra por la parálisis». «Vimos una oportunidad en el flete aéreo, que se incrementó durante esas semanas pasando del 3% al 13%. En ese escenario, nos planteamos fletar vuelos charter y gestionamos permisos con los aeropuertos chinos, que contaban con unos horarios muy restringidos. En China, los almacenes y las industrias estaban colapsadas, a las que se sumaban las revisiones de aduanas. Toda esta situación derivó en presión y estrés y por eso prestábamos servicio 24/7». Los retos no se situaban solo en China: «En España había problemas con operadores de handling y el servicio no era todo lo bueno y ágil que debería ser. Además había problemas por parte de consumo, aduanas,… respecto a importaciones de material sanitario».
«Conforme la situación se va regularizando, China vuelve a casi el 100% de la producción y los precios vuelven a racionalizarse», apuntó Corella, que recordó que la clave para poder seguir operando durante estos meses ha sido la flexibilidad y adaptabilidad. «En esta situación de incertidumbre generalizada hay que tomar decisiones, también en lo que respecta al transporte a corto plazo. Ningún proveedor va a querer mantener un precio durante un trimestre en la situación actual».
Por último, Corella animó a dejar de hablar del PIB, paro e indicadores «y centrarse en vender más y mejor en 2021».
Si necesita asesoramiento personalizado en su actividad en China o Asia, no dude en contactar con nuestro delegado en China, Rafael Llopis (rafael.llopis@aragonexterior.es). Para cualquier duda relacionada con temas logísticos, puede hablar con nuestra compañera Florencia Ferraro (florencia.ferraro@aragonexterior.es).