Profesionales de Latinoamérica, Caribe, Europa y EEUU analizan cómo abordar el presente y futuro del sector ante la crisis del coronavirus.
Los expertos debatieron cuestiones como la habitabilidad de espacios arquitectónicos, la versatilidad en los proyectos o las nuevas exigencias sanitarias.
Paradojas en tiempos del COVID-19: con buena parte de la población mundial confinada en sus casas, el martes se celebró el encuentro más internacional y numeroso de profesionales del Canal Contract. Cerca de 300 profesionales de toda Latinoamérica, Caribe, EEUU y Europa asistieron simultáneamente a la cita online “Preparados para la oportunidad”, organizada por UNEX (Asociación Empresarial del Hábitat, su internacionalización y el contract) y que contó con la colaboración de diversos organismos nacionales (de las regiones de Aragón, Castilla La Mancha, Galicia y Murcia) e internacionales (Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana y Expo CIHAC ). En el caso de Aragón, este Webinar es una actividad más del Plan Contract Aragón, desarrollado por Aragón Exterior (AREX) y las Cámaras de Comercio de Aragón en el marco del Plan AREX Hábitat #MadeinAragón.
A través de videoconferencia, en el encuentro intervinieron arquitectos, diseñadores de interiores, empresarios y responsables de compra -entre otros perfiles- vinculados directamente con el Canal Contract. Varios de los participantes ya visitaron Aragón hace menos de un año coincidiendo con el I Encuentro Internacional Contract Aragón. David Cámara, comisario del Plan Contract Aragón y director de UNEX, ejerció de conductor de esta cita online en la que se fijaron las bases sobre las que quiere evolucionar el sector: más preocupación por el bienestar de las personas, más versatilidad y flexibilidad en los proyectos, más valor para las soluciones higiénicas y sanitarias, más cooperación empresarial y, en definitiva, más visión para dar las respuestas adecuadas a un mundo nuevo.
«Es importante que vayamos recuperando la confianza. En esta cadena de valor todos somos importantes y ahora estamos todos conectados. Debemos estimular este sentimiento compartido de cooperación y creatividad para diseñar el futuro y tenemos que tomar acción. Ahora, más que nunca, tenemos que sumar», apuntó David Cámara, quien también destacó que la situación actual es una oportunidad histórica: «Hasta ahora, existían propuestas buenas que no terminaban de salir y vicios viejos que no terminaban de desaparecer. Ahora es la oportunidad para que todo esto ocurra», sentenció.
Personas, arquitectura y sanidad
Marco Praga, socio director para Sudamérica de GVA, una de las firmas de arquitectura más importantes del continente americano, recordó que todos los profesionales del Canal Contract trabajan «para atender a las personas: qué les gusta, qué no, sus tiempos, sus movimientos… Y en base a eso vamos presentando soluciones: recorridos, edificios… Pero llegan momentos como este en el que nos cuestionamos cómo deberían funcionar las cosas», apuntó. Praga lanzó una importante reflexión: «¿Estamos diseñando lo que la gente consume o lo que la gente necesita? Debemos ofrecer soluciones más integrales y flexibles, desde la perspectiva macro a la micro. Deberíamos empezar a pensar si las ciudades y los edificios resuelven las necesidades de sus usuarios».
«Esto es una oportunidad para empezar a ver cómo creamos soluciones más verticales e integradoras: cómo cambiar el diseño arquitectónico, la forma de trabajar, la forma de colaborar… para enriquecernos como profesionales y para estar mejor preparados y transcender mucho más en el tiempo. Muchas de las oportunidades y soluciones que se van a demandar ya estaban planteadas, pero a día de hoy se están haciendo necesarias», añadió Praga.
«Estamos en una situación transitoria que nos tiene que dejar enseñanzas, pero no por estar en cuarentena tenemos que diseñar un mundo en cuarentena. De ahora en adelante debemos diseñar y pensar espacios renovables más flexibles y adaptables, incorporar un grado más de adaptabilidad a lo que hacemos», concluyó.
Jorge Arditti, socio director de ARDITTI + RDT Arquitectos, destacó por su parte que la arquitectura va a dar un giro muy importante en muchos aspectos, pero sobre todo en sanidad: «A partir de ahora tenemos que permear la higiene en agarraderas de puertas, botones de ascensores, puertas de WCs,… Se van a demandar materiales que no alberguen bacterias y va a existir una frontera sanitaria. Este va a ser un cambio repentino y debemos enfocarnos y ayudar a los empresarios y a las empresas contract a lograr este cambio».
Estos cambios irán más allá de los espacios personales y también afectarán a los públicos, como zonas de acceso a los transportes a través de arcos de desinfección, controles de temperatura… «Se van a implantar procesos de higiene para entrar en edificios públicos, centros comerciales, estaciones de tren… Vamos a tener que reinventarnos para diseñar estos accesos, pero también para los de casa: marcos de puertas, tapetes sanitarios, artículos que puedan mitigar bacterias… Todo este cambio ya se está viviendo y nadie está preparado del todo ni existen protocolos. Tenemos que hacer un ensayo-error y, en foros como este, buscar las mejores soluciones. Las empresas se tienen que reinventar para adaptarse a este tipo de emergencias, pero también para la vida diaria, ya sea en productos, materiales o espacios».
Proyectos: cambios y competencia
Stephany Haro, jefa corporativa de Diseño de Libertador Hotels, Resorts & Spas, analizó por su parte cómo va a evolucionar la forma de hacer proyectos. A su juicio, tres son los factores donde se registrará más impacto:
1) Organización: «Hemos tenido que cambiar ya el sistema de trabajo e implantar e impulsar el ‘home office’ frente a las oficinas dependiendo de las funciones de cada uno. Este cambio todavía les cuesta a muchas empresas, pero ya existen multitud de herramientas online que, además de facilitar la comunicación, también permiten medir el nivel de desempeño o el compromiso de cada uno».
2) Viajes: «Ya se pueden resolver muchas cosas sin tener que viajar. La pantalla no va a ser nunca un reemplazo del contacto físico, pero sí puede ayudar a mitigar los gastos».
3) Flexibilidad de los espacios: «Hay que replantear varios usos para un único lugar y su optimización como edificio, como casos actuales en los que se están utilizando propiedades destinadas al ocio para cuarteles de cuarentena. Ahí te das cuenta de la importancia de optimizar los espacios. Por eso, hay que ir un paso más allá con el análisis de peligros y puntos de control críticos (HACCP) y buenas prácticas de manufactura (BPM). Debemos recomendar a nuestros clientes recorrer esa milla extra, dar valor para que estos espacios sean óptimos desde circunstancias no pensadas».
Juan Guillermo Pérez, director general de Diseño Corporativo Arquitectura de Marca, señaló que existen dos maneras de manejar estas situaciones de crisis como la actual: desde la inteligencia racional y desde la inteligencia emocional, «que nos conecta de una manera distinta con el quehacer diario». En este contexto puso en valor el término «coopetencia» desde el punto de vista de la coordinación y la colaboración. «Los actores económicos se pueden volver colaboradores y competidores para tener un mercado más interesante, para no perder mercado y para seguir una senda de crecimiento. La competencia, si la manejamos bien, se convierte en una herramienta importantísima porque debemos ver en nuestros competidores a aliados».
Pérez señaló tres beneficios de esta colaboración entre empresas: incremento de la competitividad (pudiendo afrontar proyectos que uno solo no podría); disminución de costes y mejora de la productividad; y capacidad de multiplicar las oportunidades de negocios a través de uniones. «Esta gran oportunidad obedece a unos criterios muy similares a los del amor, que siempre suma. Si en vez de dividir sumamos esfuerzos, vamos a tener una visión completamente distinta. ¿Compites o cooperas?», preguntó. Pero para lograr esa cooperación, Pérez señaló que se deben cumplir cuatro elementos: transparencia, respeto, amor y pasión. «Si esos elementos están sobre la mesa, se van a lograr compañías y resultados de mucho valor. Más que en una cadena, nos convertimos en una red de valores».
«Este frenazo ha hecho repensarnos desde lo humano y tocando todas las fibras, desde la sensibilidad a los aspectos puramente operativos. Tenemos que humanizarnos, que se nos había olvidado un poco con todas las prisas diarias. Los espacios no son solo ya sofás inertes, son donde vivimos cada día», resumió.
Vuelta a la esencia
Sergio Sebastián, arquitecto jefe en el estudio zaragozano Sebastián Arquitectos, afirmó por su parte: «Dentro de unos días todos saldremos (del confinamiento) y tendremos que dar respuestas. Ahora nos estamos haciendo las preguntas y es el momento de volver a lo esencial, a la raíz». «¿Qué supone para una cultura como la latina o la mediterránea que nos confinen en casa? Esto nos da una nueva visión humana del espacio. La crisis nos ha llevado de lo colectivo a lo individual», apuntó Sebastián. El arquitecto apuntó que en la universidad «se enseña a hacer casas pero no a hacer hogares. El hogar corresponde al usuario; la arquitectura es la cáscara, pero la esencia está en quién lo habita. El contract no puede ser ajeno a esta realidad, va a necesitar plantearse más este tipo de reflexiones», remarcó.
«En la arquitectura estamos volviendo a lo esencial, a repensar en la función de las puertas, de las ventanas, de los balcones… A partir de ahora vamos a poder hablar de arquitectura con todo el mundo porque, tras esta experiencia, todos sabrán qué quieren y qué buscan. Nos va a obligar a pensar de otra manera y no solo respecto a los objetos, sino también para los espacios. Estamos viviendo un momento de refundación», concluyó.
Las personas, en el centro
Felipe Mesa, CEO de M + GROUP (Colombia), reflexionó sobre lo importante que es volver a situar a las personas, aún más, en el centro del proceso: «Hay que investigar para quién estoy diseñando, para quién estoy fabricando…. Nos habíamos vuelto muy masivos. Tenemos que pensar en la finalidad del producto, cómo reaprovecharlo, porque estamos creando un contenedor para seres humanos y debemos tener en cuenta los cambios en la sociedad. Hoy la gente quiere vivir el mundo. ¿Cómo vamos a adaptar la arquitectura a ese mundo?».
Mesa incidió en la importancia del cambio y en cómo todos los actores deben participar en él: «Debemos tener en cuenta cómo diseñamos desde la arquitectura, que tiene que tener mucha flexibilidad y poder transformar los hogares desde el interior, cómo transformar los espacios. Todo esto nos obliga a hacer un trabajo colaborativo y de laboratorio conjunto: nadie tiene hoy la solución, pero eso nos obliga a integrarnos para buscar soluciones. Hay que cambiar la forma de pensar y abordar los proyectos en un planteamiento global que debe ser compartido por toda la cadena».
La parte humana también fue el hilo conductor de la intervención de Sandra Ehlert, socia directora de Sandra Ehlert (Santo Domingo): «Somos facilitadores para crear esos espacios que las personas siempre han soñado. ¿Cómo se estarán sintiendo esas personas que ahora no estarán a gusto en su casa porque valoraron más la tendencia del momento o algo que no se ajustaba a lo que realmente querían? Desde el punto de vista del diseñador de interiores tenemos que ver si el trabajo del arquitecto se adapta al usuario. Las casas tienen que ser un reflejo de nuestras almas: qué importancia tiene la luz natural, por dónde entra el sol, el espacio donde podamos respirar, ¿el color va con la familia?… Esta es una oportunidad, como arquitectos y diseñadores, porque juntos somos más», apuntó Ehlert.
Más flexibilidad en la fabricación
Enrique Quirós, Specification & Contracting Manager SWE de Sonae Arauco (Porto/Madrid), participó como empresa fabricante integrada en el Canal Contract. «Fabricamos tableros derivados de la madera y trabajando con elementos antibacterianos. Los tenemos desde hace tiempo pero hasta ahora no había demanda. Hubiera sido muy interesante haberlos incorporando a los proyectos», señaló.
Quirós también abordó la nueva realidad laboral que ha generado el coronavirus: «¿Quién iba a imaginar que íbamos a poder trabajar en casa y no en edificios corporativos? Nuestra forma de trabajar va a cambiar y habrá que diseñar espacios para el ‘home working’. Desde el punto de vista de los fabricantes, tendremos que ser más flexibles para generar unidades más pequeñas. Las distancias también van a ser un problema y ahí habrá que adaptar los diseños. Los estadios, los teatros… también cambiarán de cómo los hemos conocido. Estamos trabajando para dar respuesta a todas estas reflexiones».
Por último, el dominicano Rafael Álvarez, propietario de Bureau of Rafael Álvarez Inc. (Nueva York), apuntó que la naturaleza «nos estaba pidiendo desde hace tiempo que había que cambiar la forma en la que íbamos». «La solución arquitectónica no es solo la respuesta, es un asunto de volver a la parte personal de cada uno. Es un momento excelente para la creatividad. La distancia va a ser uno de los factores que vamos a tener que manejar. Y también la calidad del producto que brindas: vamos a demandar cosas con más calidad, a apreciarla más. Lo que es seguro es que, en este mundo globalizado, esta situación nos hace a todos iguales».