¿Cómo describirías la situación política actual en Argentina?

El presidente, Javier Milei, no tiene suficiente apoyo parlamentario con su partido, así que gobierna por decreto y con el apoyo de al menos un tercio del congreso o del senado. Así consigue que sus decretos no sean vetados y se pongan en marcha las leyes que precisa para realizar sus reformas y su plan económico. Ha conseguido aprobar la Ley de Bases, importante para su gobierno y para poder seguir adelante con los presupuestos de ajuste para jubilaciones y universidades.

Cara a las elecciones que se celebrarán el 22 de octubre de 2025 para renovar parte del congreso y parte del senado, Milei está tratando de consolidar su propio partido y la relación con partidos de derecha. La oposición está dividida por ahora.   

¿Cuál es la situación social en el país?

Se está realizando un ajuste económico muy fuerte, que recae sobre todas las clases sociales. Lo que está por ver es hasta cuánto aguantará la gente en esta situación, ya que el índice de pobreza actualizado en el país es de aproximadamente el 52% de la población.

La mano de obra formal está alrededor el 50%, por tanto la capacidad de maniobra de los sindicatos, cuya imagen es mala por sus actitudes corporativas, es limitada, aunque han realizado algún paro y tiene algún otro previsto.

¿Cómo evoluciona la situación económica?

En grandes líneas, el plan de Milei se basa en obtener superávit fiscal, bajar la inflación, y por tanto limitar la emisión de dinero. Sus medidas han supuesto un parón en la obra pública, solo se están finalizando las obras que son necesarias para la exportación de gas o petróleo o aquellas que tenían avances grandes. El resto se supone que deben salir con financiación de empresas privadas.

Hasta la fecha, frente a la inflación del 12% en noviembre de 2023 (anterior gobierno) y el 25,5% después de la evaluación ejecutada por el nuevo gobierno en enero de 2024, se ha conseguido una inflación en septiembre de 2024 entre el 3,35 y 4%, parece controlada en torno al 4% y el gobierno trata de seguir bajándola con medidas estructurales y facilitando importaciones. Se sigue con el ajuste fiscal y sin emisión de moneda.

Se busca bajar el riesgo país y por tanto el interés que deben pagar el estado y las compañías privadas para financiarse en los mercados. En paralelo, hay negociaciones para fomentar inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras, sobre todo en los sectores de energía (tradicionales y renovables), petróleo, gas y minería.

También es importante la eliminación de subsidios en servicios y se busca que se recompongan los precios, que aún están distorsionados.

Otra medida es el “blanqueo” (perdón fiscal) para conseguir que los dólares de los argentinos existentes, en el exterior o en cajas de seguridad, circulen y generen actividad económica. Esta medida está siendo más exitosa de lo previsto.