«Chile tiene aranceles muy bajos y necesita productos industriales y de consumo; Argentina sigue siendo imprescindible»
Aragón Exterior organiza el 31 de enero una jornada de reuniones individuales de asesoramiento sobre los países del Cono Sur: Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia. Juan Moreno (Decom Consultores), delegado de Aragón Exterior en esta zona, explica el potencial de estos mercados y advierte de que no se aprovechan todas las oportunidades que ofrece el sector servicios.
25/1/19. La mayoría de los países del Cono Sur han entrado en una fase de estabilidad económica y política. Los países más desarrollados, especialmente Chile, aunque también Uruguay y Argentina, presentan oportunidades principalmente para los productos industriales y de consumo, pero también para agroganadería, energía y servicios, entre otros. Países como Paraguay y Bolivia también están protagonizando crecimientos pronunciados, por lo que hay una gran inversión en infraestructuras.
Las exportaciones de las empresas aragonesas a estos mercados han registrado buenos resultados en el último ejercicio, con crecimientos notables en mercados como Uruguay y Bolivia. Chile incluso ya supera a Argentina en valor de ventas.
Exportaciones aragonesas a los países del Cono Sur 2018*
Mercado | Valor de exportaciones | Diferencial respecto ene-oct 2017 |
Chile | 27,7 millones | 3,30% |
Argentina | 22,5 millones | -1% |
Uruguay | 4,95 millones | 19,05% |
Bolivia | 3,56 millones | 10,37% |
Paraguay | 2 millones | 0,33% |
* Datos de enero a octubre de 2018
Fuente: Base de datos de comercio exterior de la Agencia Tributaria
Para que las empresas aragonesas resuelvan sus dudas sobre estos mercados, Aragón Exterior (AREX) organiza el próximo 31 de enero una jornada de reuniones individuales de asesoramiento. Juan Moreno (Decom Consultores) y delegado de AREX en estos países, analiza estos mercados y las oportunidades de negocio que ofrecen.
Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia comparten área geográfica pero, a la hora de hacer negocios, ¿qué particularidades se deben tener en cuenta de cada uno de ellos?
Chile no pertenece al Mercosur y tiene unos aranceles muy bajos para casi todos los productos de la Unión Europea. Es muy abierto y, al estar especializado en producción de materias primas como lo es el cobre, no ha desarrollado demasiado su industria y necesita importar muchos productos tanto industriales como de consumo.
Argentina, Uruguay y Paraguay pertenecen a Mercosur, una de las zonas económicas más cerradas del mundo con altas barreras arancelarias y de todo tipo. Aún así, necesitan sobre todo muchos productos industriales.
Argentina, a pesar de su tradicional inestabilidad, tiene la mayor cifra de importaciones de la zona y no baja de unos 56.000 millones de dólares aún en los peores años de los últimos seis ejercicios.
Paraguay, hasta hace cuatro años más o menos, no tenía interés en las exportaciones de España. Desde entonces, gracias a sus políticas pro mercado y a las recientes exportaciones de soja -que se suman a las de carne y energía-, ha generado divisas que han permitido un fuerte desarrollo del sector construcción, con todo lo ello conlleva.
Bolivia es uno de los países más atrasados de la zona pero su sector de oil y gas está muy desarrollado y en él operan empresas multinacionales de primera línea, las cuales tienen demandas en consonancia con sus exigencias corporativas. A su vez, el área de Santa Cruz, dinamizado por la soja sobre todo, ha crecido notablemente y, en particular, la construcción viene mostrando un gran dinamismo en los últimos años.
Las exportaciones de bienes y servicios aragoneses a estos mercados se concentran principalmente en sectores industriales como maquinaria y aparatos y material eléctrico. ¿Son mercados interesantes para las empresas de bienes de consumo o la distancia todavía es un hándicap?
La distancia no influye tanto ya que los costes de transporte han bajado considerablemente en los últimos tiempos; influyen más los aranceles en los países del Mercosur. Por otra parte, siempre hay una minoría de población con poder adquisitivo que puede consumir productos de calidad.
La energía es estratégica en América Latina y muchos de estos países han lanzado iniciativas para impulsar las renovables (eólica, solar, geotérmica… ). En este sector, en el que Aragón cuenta con mucha experiencia, ¿qué tipo de proyectos se demandan? ¿Qué mercados del Cono Sur presentan más oportunidades?
Los tres países que más oportunidades presentan son Argentina, Chile y Bolivia ya que, de los otros dos, Uruguay ya ha realizado casi todos los proyectos que podría desarrollar en los últimos años y Paraguay exporta energía que no consume de las grandes centrales hidroeléctricas que tiene.
Argentina está en pleno desarrollo de proyectos adjudicados en licitaciones estatales. Sus cifras anuales de inversión de los últimos dos años son importantes y lo seguirán siendo en los próximos hasta recuperar el atraso acumulado con el gobierno anterior, incapaz de generar confianza para inversiones que son importantes y a largo plazo.
Chile, por su estabilidad y necesidad de energía, siempre tiene proyectos en desarrollo; Bolivia, por su parte, sobre todo orientados a la exportación de gas.
Compartimos idioma, ¿pero se aprovechan todas las oportunidades que existen para empresas de servicios como consultoría o formación?
No, las empresas tienen poca continuidad en sus iniciativas y se dejan llevar por informaciones de periódico que, aún siendo relativamente ciertas, pueden afectar a la macroeconomía pero no tanto a los nichos de formación. En ocasiones también se precisan apoyos locales como, por ejemplo, alguna estructura mínima aunque sea para cobrar servicios prestados a distancia, y no se desarrolla.
El año pasado, el Fondo Monetario Internacional revisó al alza hasta en tres ocasiones la previsión de crecimiento para Chile. Además, señaló a este país como el mercado que va a liderar el crecimiento regional. No solo eso: es el destino del Cono Sur al que más exporta Aragón, por delante de la propia Argentina. ¿Qué motivos sustentan la fortaleza de la economía chilena y por qué es un mercado de oportunidad para las empresas aragonesas?
Su industria de manufactura e industrial no está muy desarrollada y sí lo está su minería, agricultura y pesca, con lo que tienen muchas demandas que solo se pueden satisfacer con importaciones. Además, al tener aranceles próximos a cero, se puede competir con productores locales en las pocas ocasiones que existen y, sobre todo, con las empresas de países vecinos que suelen ser poco competitivas cuando pierden la protección de sus aranceles, como les pasa a las de Brasil y Argentina.
Uruguay es otro mercado atractivo para las empresas aragonesas: las exportaciones se han incrementado casi un 20% en el último año. Teniendo en cuenta su tamaño, ¿se puede abordar desde países vecinos como Argentina o es muy recomendable tener presencia propia en el país?
Es mejor tener presencia en el país a través de algún tipo de representante o importador y en ocasiones incluso con ventas directas que bajan notablemente los costes de intermediación.
Desde el punto de vista económico, Argentina tuvo un 2018 bastante complicado y las previsiones no son muy optimistas para los próximos ejercicios. ¿Qué precauciones o medidas preventivas deben tomar las empresas aragonesas a la hora de cerrar acuerdos comerciales?
Argentina es impredecible. En estos días el peso se está revaluando y con una inflación del 2018 de casi el 50%, se produce lo que en el país se llama el atraso cambiario: trae más cuenta importar que comprar localmente y vale más equiparse que dejar los pesos en el banco. En cuanto a precauciones, diría que son las mismas para todos los países: asegurarse el cobro con pagos anticipados si las empresas son pequeñas o medianas y con seguros a la exportación en las grandes con todo tipo de garantías.
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