El gigante asiático ha vuelto, pero ya no es el mismo: el escenario geopolítico internacional, sus intereses estratégicos y la evolución de su modelo económico obligan a las empresas a replantear sus estrategias. Aragón Exterior organizó ayer una jornada en la que los expertos recalcaron que el crecimiento está -y seguirá estando- en Asia.
Tras tres largos años de restricciones por la pandemia, ayer fue un día importante para las empresas con intereses en China: el país reinició oficialmente la entrega de visados a extranjeros. La esperada noticia coincidió con la celebración de la jornada “China se reabre, ¿business as usual?”, organizada por Aragón Exterior con la colaboración de Ibercaja y Fundación Ibercaja. En la cita, expertos en este mercado -como Omar Puertas, socio en Cuatrecasas y director de la oficina de Cuatrecasas en Shanghái hasta el año 2019, y Rafael Llopis, director de la oficina de Aragón Exterior en China- analizaron el presente y futuro del gigante asiático, mientras que empresas aragonesas con una larga vinculación con el país -como DICSA, Bodega Luis Marín, BTV o AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada)- explicaron sus experiencias e inquietudes.
China hoy: fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades
Rafael Llopis, director de la oficina de Aragón Exterior en China, explicó que las relaciones comerciales de la comunidad autónoma con este país no han parado de crecer, «pero estamos como hace 10 años, con una tasa de cobertura del 15%. Eso sí, en 2012 exportábamos e importábamos una tercera parte que en la actualidad».
¿Qué se espera de China en 2023? Llopis apuntó que las expectativas «son buenas, con un crecimiento del PIB de entre el 5-6%, una inflación bastante controlada (sobre el 3%) y con mucho ahorro en las familias, aunque se está a la expectativa de si éste se canalizará al consumo ya que todavía sigue siendo un poco débil. Los tipos de interés se sitúan en el 3,65%, cifra parecida a antes de la pandemia». Entre los retos a los que debe hacer frente la economía china, señaló el desempleo -sobre todo el juvenil-, el mercado inmobiliario o el desarrollo demográfico. «A la hora de captar talento, China ha tejido redes a nivel internacional y está haciendo sus deberes al respecto».
El delegado de Arex afirmó que, en el corto plazo, el Gobierno chino va a tomar las medidas que considere necesarias para garantizar el crecimiento económico, el consumo, la estabilidad del sistema financiero e incorporar a los jóvenes licenciados que no han entrado en el mercado laboral durante estos años de pandemia. A largo plazo, su estrategia es la de la ‘circulación dual’: desarrollar el mercado doméstico a través de la demanda interna, potenciar la innovación propia y reducir su dependencia del exterior en áreas estratégicas como la tecnología (con grandes inversiones en I+D) o las materias primas gracias a su estrategia de alianzas internacionales. Pero la segunda vertiente de esta dualidad implica que China quiere seguir abierta al comercio y a la inversión internacional. «En este escenario no solo está Occidente, también está África, el resto de Asia, América del Sur… toda esa parte del mundo que está creciendo demográficamente y no se encuentra desalineada con los intereses de China. Para la consecución de estos objetivos, principalmente en I+D y desarrollo tecnológico, en China están colaborando el sector privado con el público y el civil con el militar», apuntó Llopis.
Respecto a las oportunidades de negocio para las empresas aragonesas, el director de la oficina de Aragón Exterior en China recomendó analizar «producto por producto y considerar si tu empresa está preparada para entrar en el país». Llopis repasó algunos sectores tradicionalmente estratégicos para Aragón y apuntó otros donde han aparecido nuevos espacios:
- Agroalimentario: No está en su mejor momento porque venía de un pico inusual en 2021/22 por la fiebre porcina africana en China. Digamos que ha vuelto a la normalidad y China siempre mantendrá un buffer de seguridad del 5-10% de producto importado respecto al total consumido. La carne porcina sigue siendo el principal producto exportado de Aragón a China, aunque el volumen está descendiendo desde hace unos meses tras el pico de los años 2021 y 2022, cuando la epidemia de peste porcina africana en China dejó la producción doméstica china bajo mínimos.
- Vino: viene de años terribles, pero se esperan mejores resultados y el mercado ya se está empezando a mover un poco. Hasta 2026 existen buenas expectativas.
- Alimentación: el mercado tiene cabida para propuestas saludables, productos dirigidos a públicos infantiles o de la tercera edad, para snacks… Para los consumidores chinos, los productos alimenticios europeos siguen estando considerados como muy válidos y de calidad.
- Agricultura y ganadería: existen oportunidades para inputs que ayuden a mejorar la productividad de la ganadería y campo.
- Industria y tecnología: las empresas deben analizar su posicionamiento y si a nivel global son fuertes, en China también pueden serlo. Es cuestión de ver el modelo de entrada.
- Moda: especialmente para marcas con capacidad de marketing y diferenciación, moda infantil…
- Sectores de nicho novedosos en los que Aragón puede aportar, como productos y soluciones para camping o deportes de hielo y nieve.
- Turismo: Es de esperar que el turismo chino vuelva a niveles interesantes, especialmente a partir de la segunda mitad de año. El producto turístico aragonés se adapta perfectamente a las nuevas tendencias de la demanda china.
Llopis también recordó que siguen existiendo retos que las empresas aragonesas deben superar para poder hacer negocios en el país, como los crecientes costes de entrada -por lo que aconsejó que las pymes entren en grupo frente a una estrategia en solitario-, el control de la reputación empresarial o la integración de las estrategias online y offline. Respecto a este último punto, el delegado de Arex señaló que en China «se ha logrado un nivel de integración en áreas como marketing o ventas que no se conoce en Europa. Es bueno conocer cómo funciona el mercado porque, si no, vas a llegar a China y no saber ni cómo se trabaja en el país», aconsejó. «A cambio, es un mercado enorme con grandes oportunidades en muchos segmentos y con una renta disponible cada vez mayor», concluyó.
«Cambio radical»
Omar Puertas, socio en Cuatrecasas, destacó por su parte que China «está en un momento de cambio radical que afecta a la economía, a la seguridad a la política exterior,… a todo lo que conocíamos hasta ahora de China». Y entre las principales causas, Puertas señaló a las tensiones geopolíticas, como la relación con EEUU o la potencial invasión de Taiwán.
Pero para analizar el presente y futuro de China es imprescindible partir del antes y el después que ha supuesto la pandemia para su economía. «En 2021, durante la primera fase de la pandemia, no dejaron entrar a nadie y les fue muy bien ya que exportaron de manera estratosférica. Pero en 2022 se registró el peor crecimiento del PIB chino de la historia reciente, derivando en problemas estructurales que acabaron con problemas en las calles. El valor de confianza en la economía china para los empresarios extranjeros fue el más bajo de la historia. Así que China decidió ir hacia la reapertura», apuntó Puertas.
El cambio que se ha producido en los últimos meses es total: «Desde hoy, 15 de marzo, China ya permite todo tipo de visados -aunque no debemos olvidar que estamos con una capacidad de vuelos del 10% respecto a la época precovid-. El crecimiento proyectado de China desde octubre de 2022 a enero ha cambiado radicalmente y el FMI estima que el país va a crecer mucho más de lo previsto (al igual que todo Asia). De repente ha vuelto la confianza de los empresarios y de los consumidores, hay estabilidad en la cadena de suministro, más inversión extranjera en China y más inversión de China en el extranjero, mayor consumo interno…», señaló el socio de Cuatrecasas.
A nivel legal, Omar Puertas señaló que el país quiere asegurar a las empresas extranjeras que se les va a tratar igual que a las chinas y eliminar las barreras indirectas. Respecto a las inversiones extranjeras en el país, se ha expandido el catálogo de inversiones promocionadas por el gobierno (en sectores como la biotecnología, inteligencia artificial, maquinaria avanzada… en los campos en los que consideran que deben liderar a nivel mundial) y se ha reducido el catálogo de inversiones restringidas. Además, se ha simplificado la constitución de empresas de forma notable y se ha agilizado la legalización de documentos. «Están poniéndolo todo en el asador para que las empresas vuelvan y se recupere la confianza y la inversión en el país», apuntó.
China 2.0
«La economía de China ha estado 40 años en el ‘Modelo 1.0’, fundamentado en manufactura de productos de bajo valor añadido e intensivos en recursos humanos, exportación y mucha inversión pública. Pero ese modelo está agotado. El ‘Modelo 2.0’, que está en proceso de implementar, apuesta por la autosuficiencia, la economía de servicios y de alto valor añadido, la transición verde, las exportaciones, la inversión en capital muy intensivo, el consumo doméstico y el impulso de la nueva Ruta de la Seda para fortalecer sus relaciones con mercados emergentes», explicó Omar Puertas.
Pero para lograr esta transición -que se está retrasando-, el socio de Cuatrecasas señaló que el país debe superar varios retos, como los demográficos, los geopolíticos con EEUU y con toda la región asiática, sus relaciones públicas internacionales (cómo se comunica y la reacción que encuentra en otros países), la sensibilidad en los negocios y la confianza de los consumidores, la sobrecapacidad en algunos sectores como el inmobiliario, la alta deuda corporativa privada, la escasez de talento extranjero en el país (con el covid se fue una parte considerable y no está volviendo) o las finanzas públicas.
«Las exportaciones de China siguen creciendo y las importaciones que realiza el país están en máximos históricos, lo que demuestra que la oportunidad está ahí. Pero las exportaciones de la UE a China no están encontrando su sitio. Respecto a la inversión extranjera directa, también ha crecido mucho en los últimos años, así como las inversiones de China en el extranjero», apuntó Puertas.
A nivel tecnológico, «China ya nos ha cogido». «Invierten el 2,7 del PIB, prácticamente lo mismo que EEUU pero el doble que Europa y publican muchas más patentes que ambos juntos. Su tecnología ha madurado y dominan en mercados como el de los coches eléctricos (BYD ya es el mayor fabricante del mundo, por delante de Tesla) y sus baterías (más del 70% de todas las del mundo son chinas) o los paneles solares (el 95% de los que se fabrican en todo el mundo proceden de China). Pero a nivel de chips, les cuesta. Si podemos ayudar en esos sectores, claramente nos va a ir bien», aconsejó.
Como Llopis, Puertas también incidió en que en el ecommerce de China está mucho más desarrollado: «Está completamente integrado en sus vidas y han logrando exportar su modelo de ecommerce al resto del mundo. El comercio electrónico cross-border no requiere una gran inversión, se puede desarrollar a través de distribuidores… y el 40% de las compras internacionales online se dedica a cosmética, aunque también destacan otros sectores como el de la comida, ropa o joyas. China está promocionando la importación a través de ecommerce, con tratados con 29 países».
«China tiene muchos problemas, muchos retos, pero el crecimiento está y seguirá estando en Asia. Y todos queremos estar donde la economía crece. Pero tenemos que estar en Asia para realmente estar en Asia», concluyó.
Experiencias y expectativas de las empresas aragonesas
La jornada organizada por Aragón Exterior también contó con la representación de empresas aragonesas con larga trayectoria en China, tanto desde el punto de vista comercial como productivo. Yan Shen, Strategic Purchasing Manager de DICSA, Luis Marín, gerente de Bodega Luis Marín, Eva Villaverde, CEO de BTV, y Luis Machín, gerente de AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada), explicaron cómo es su experiencia a la hora de hacer negocios en China y qué previsiones tienen ante la nueva realidad del país.
La familia Marín lleva décadas vendiendo vino de Cariñena en China. La Bodega Luis Marín se fundó en 1903 y exporta el 95% de su producción. Su gerente, Luis Marín, recordó que el sector del vino venía atravesado dificultades en el mercado chino en los últimos años, «ya antes de la pandemia». «Tuvimos que adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes tanto desde la producción a los pedidos, agrupar clientes… y así mantuvimos un nivel decente de ventas». «En los últimos 6 u 8 años parecía que el sector del vino se estaba profesionalizando pero, con la pandemia, algunos distribuidores han vuelto a otros sectores en los que trabajaban con anterioridad o han invernado. Volvemos al inicio de la partida en el sector del vino, aunque sí existe gente con mucho conocimiento del sector. El consumidor final ya sabe valorar un vino, no solo tiene en cuenta ya el precio, y los importadores han superado el proceso de aprendizaje. Durante la pandemia se ha producido un exceso de stock que ya ha empezado a moverse», apuntó el empresario. «En los últimos años intentábamos hacer entre tres y cuatro viajes al año de una media de 25-30 días, enfocándonos en distintas zonas del país. Ahora, con la reapertura, vamos a empezar a realizar visitas a nuestros clientes y emprender nuevas acciones en función de cómo veamos las tendencias. No es un mercado ni fácil ni rápido y, para entrar, las empresas deben analizarse primero para comprobar que realmente están abiertas de mente. Y si es así, intentarlo», aconsejó.
La alfalfa deshidratada española entró en China, no sin dificultades, en el año 2014. Luis Machín, gerente de AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada), explicó que al principio fue un mercado «complicado» porque la posición dominante la tiene el producto norteamericano, que hacía lobby y marcaba el patrón. «Con la ayuda de Aragón Exterior, China vino a comprarnos, pero faltaba conocimiento mutuo. Así que en los últimos años hemos invertimos mucho dinero, esfuerzos, viajes y hemos realizado una importante labor pedagógica sobre nuestro producto. Hemos ido con nutrólogos, hemos visitado granjas, les hemos enseñando cómo se utiliza nuestro producto y cómo se usa. Incluso hemos trabajado con universidades chinas para demostrar cómo se aumenta la producción y se mejora el rendimiento en las granjas», apuntó Machín. El gerente de AEFA también recordó cómo las tensiones geopolíticas entre EEUU y China se transformaron en una oportunidad, ya que les ayudó a ganar presencia y llegar a las 200.00 toneladas exportadas a este mercado cada año: «Estamos como segundo país en importancia de compra de alfalfa tras Estados Unidos». «Para hacer negocios en China hay que volver a ir y estar en contacto con el mercado», aconsejó.
DICSA es líder mundial en la fabricación de racores de acero inoxidable y un referente en la distribución de conducciones, componentes hidráulicos y neumáticos. Cuentan con sedes en España, Italia y Estados Unidos, dos centros logísticos en Alemania y China, y oficinas comerciales en América Latina, Turquía y China. Yan Shen, Strategic Purchasing Manager de la compañía, explicó que para trabajar con China «no hace falta contar con personal chino, lo necesario es tener mentalidad abierta y que el personal reciba formación mutuamente, en origen y en destino. Es un país en el que resulta muy importante mantener los compromisos y, antes de hacer negocios, hay que crear una relación y fortalecer vínculos». «Los chinos tienen una gran capacidad de adaptación ante cualquier circunstancia y, cuando tú les pides ayuda, te echan una mano para lograr una solución si existe confianza. Por eso hay que cultivarla».
Shen explicó cómo trabajan con proveedores en todo el mundo: «En DICSA hemos abierto una red enorme de proveedores en multitud de países. Primero se hace un seguimiento de las empresas, una auditoría exhaustiva de cómo fabrican, de los procesos, para ver si encajan con nuestra compañía. China es muy importante para DICSA, pero no es determinante porque en toda la cadena de suministro siempre se debe prever un ‘plan B’, un ‘plan C’ y un ‘plan D’. Así, antes de que lleguen las crisis, puedes contar con proveedores homologados. En origen también hemos contratado inspectores de calidad. Los buenos productos no tienen nacionalidad».
«En China hemos implantado un almacén logístico en una zona franca porque, con 70.000 artículos en el catálogo, hay que optimizar las rutas logísticas. El objetivo es que la mercancía haga los menos kilómetros posibles y la solución es que el coste esté lo más optimizado posible. Estamos intensificando los estudios de mercado en China, pero otros países asiáticos también están llamando la atención. Lo más importante ahora es estar atentos. Con la pandemia han evolucionado mucho los avances en Big Data para tomar decisiones de hacia dónde quieres ir, pero China, a día de hoy, sigue siendo muy interesante».
BTV es una empresa familiar aragonesa pionera en su presencia en China (una de las 40 primeras empresas española que llegaron al país), donde llevan trabajando 25 años. Eva Villaverde, CEO de la compañía, recordó que cuentan con una vinculación importante con el país: «Para BTV, China es una base importantísima para la fabricación y la logística, pero la situación provocada por la pandemia nos hizo replantearnos muchas cuestiones. Habíamos ido moviendo parte del suministro de producto desde China a España y hemos pasado el 80% de la fabricación de determinados productos a España. Con el bloqueo, nuestra estrategia pasaba por reforzar la base española ante el temor de que China no se volviera a abrir en el corto plazo». «La incertidumbre sigue estando ahí y el caso de Taiwán puede provocar un bloqueo desde Occidente. Pero China sigue siendo la fábrica del mundo y no vamos a dejar de depender de ellos. Como pyme, nuestra estrategia tiene que pasar por seguir en este mercado pero tener un ‘plan B’ por si la geopolítica lo cierra», apuntó Villaverde.
La CEO de BTV también coincidió en que es un país en el que hay que mantener y cuidar las relaciones a largo plazo: «Los chinos son gente súperfiel y súperleal que valoran mucho las relaciones cercanas. Les cuesta decir que no van a poder hacer algo, pero hay que saber leer hasta dónde se pueden comprometer. No te van a engañar y valoran mucho la continuidad de tu empresa en el país. Cuando descubren que llevamos 25 años en el país le dan tanta importancia a como si una empresa en España contase con 200 años de historia». Desde el punto de vista de los recursos humanos, «tenemos el mismo equipo en China desde hace 14 años porque la continuidad en el país te la da la gente de allí. En el mundo empresarial están muy comprometidos y cuentan con gente muy inteligente, pero la captación de talento es cada vez más complicada porque cada vez menos jóvenes chinos quieren trabajar en un taller», añadió.